Leer en el sitio
Dicen que un instante puede
cambiarnos la vida, que un encuentro al que no damos importancia puede
convertirse en el suceso que marque toda nuestra existencia. Al igual que nos
puede marcar un libro, como ha sido Donde siempre es otoño.
La pluma de Ángeles Ibirika me ha
cautivado. El estilo de esta escritora es directa, con miles de matices y
especialmente elegante. Una pluma preciosa y cautivadora que hará que te
sientas como otro personaje de la historia en la que estás sumergida.
Algo que me prendió desde el principio fue su
hermosa portada. Una acertada y preciosa fotografía que sin lugar a dudas nos
adentra al paraíso que es el otoño y todos los sentimientos que nos hace tener
ese paisaje de hojas de variopintos colores.
Donde siempre es otoño tiene capítulos
cortitos en los que además están acompañados de una pequeña frase, una pista de
lo que nos depara en su lectura. Su lectura es amena y más que rápida, cuando
quieres darte cuenta has devorado sus páginas.
Una de las cosas que sin duda ha hecho
a este libro especial, es que la autora ha elegido a Ian, nuestro protagonista
masculino, para poder enfocar la historia que quiere contar. Aunque la
narración es en tercera persona, se le da más importancia a los sentimientos de
Ian, y en una novela romántica es algo inusual.
En Donde siempre es otoño amas,
odias, sufres, al igual que lo hacen nuestros protagonistas. Llegas a
involucrarte tanto en la historia que incluso parece que estás viendo los
paisajes de Crystal Lake y disfrutas de los colores que nos ofrece el otoño.
Ha sido un privilegio, un gran
regalo el haber leído esta novela tan preciosa. Un libro con magia propia. Sé
que sin duda Donde siempre es otoño será una novela que permanecerá por mucho
tiempo en mi memoria y que leeré más novelas de esta autora.
Me despido con una frase del libro
que me encantó. Pero yo me pregunto… ¿Y qué no me ha gustado de este libro? Es
un libro precioso y perfecto donde no debemos olvidar que cada segundo que
respiramos es un tesoro que la mayor parte del tiempo no sabemos apreciar.
Puntuación