viernes, 4 de mayo de 2012

Lorena Luna en Un lugar Mágico

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Tenía muchas ganas de leer este libro y al fin lo he podido hacer, GRACIAS. Para empezar decir que me ha gustado mucho el formato de el libro, viene en tapa dura, negra, con la letras del titulo en doradas y envuelto con la sobrecubierta de la portada, tiene un tamaño muy cómodo, no pesa nada y en general el resultado ha quedado genial.


Reseña ( No contiene Spolier)

Aún tengo el buen sabor de boca de la historia tan bonita e intensa que he leído. "Donde siempre es Otoño" es un libro con un mensaje muy real que a mi se me ha quedado grabado para siempre.

En este libro la autora nos sumerge de lleno en una historia que desde las primeras páginas promete que será especial y arrolladora. Una historia intensa, que se va descubriendo poco a poco y te incita a seguir leyendo más y más... Con unos giros inesperados que solo apetece leer y no parar hasta terminarlo.

Ian O´connel, es un canalla, seductor, infiel, seguro de si mismo, con éxito, piensa que tiene su vida bajo control y él es el único que mueve los hilos de los pasos que da, que nadie ni nada puede alterarlo. Escritor de novelas de amor, su éxito es reconocido allá donde va y su presencia tan masculina y sexy no deja indiferente a ninguna mujer. Todo cambia cuando en un instante de su vida se cruza en su camino Elizabeth Salalla, una mujer de la que nada sabe pero que desde el primer instante que sus ojos se fijan en ella, hará que todo su mundo se tambalee y nada sea igual.

Elizabeth Salalla, poco o casi nada se sabe de ella, dulce, con una presencia que desprende magnetismo, es una mujer con un secreto que condiciona su vida y por lo tanto no es libre de actuar ni dar a conocer su personalidad ni sentimientos sin que sus miedos e inseguridades surjan. Tendrá que aprender a vivir con un sentimiento muy fuerte que hará que la estabilidad que tenía hasta ahora se vea amenazada. Y esa amenaza tiene nombre propio, Ian O´Connel.

Con un trama envuelta en torno a las primarias para conocer al futuro candidato para presidente de los Estados Unidos, la historia de Ian y Elizabeth se verán marcadas desde el principio y será el punto de partida para el desarrollo de la historia. Nos enamoraremos de los paisajes de Crystal Lake, pasearemos por rincones mágicos de Baltimore, escenarios que harán que te sumerjas en la historia que están viviendo ellos y seas un espectador de todo lo que les va ocurriendo, pero sin apenas querer parpadear para no romper la mágia que los envuelve. Es una historia intensa, muy emotiva, donde he tenido sentimientos de todo tipo, los cuales han ido cambiando conforme avanzaba la historia. Ha habido un momento en que he tenido que para de leer, porque era muy fuerte lo que me estaba haciendo sentir, una escena desgarradora y con mucha carga emocional. Como todos los libros de Ángeles, su protagonista masculino se come el libro, pero en este caso Ian se lo come de una manera arrolladora, como he sufrido con él, como me he emocionado, si ser canalla, cínico e infiel es ser como Ian, yo quiero un hombre así en mi vida para siempre. Con Elizabeth he tenido sentimientos encontrados, para mí ella ha ido sufriendo una metamorfosis, la he ido conociendo poco a poco, ha habido reacciones de ella que no entendía en esos momentos, que aveces me desconcertaban. Ya hacía los capítulos finales es cuando ha resurgido y a mostrado quien es verdaderamente esta gran mujer, el porque de sus miedos, su actitud y nos ha abierto su corazón para que entremos y dejar de entrar definitivamente a Ian y la he comprendido y admirado.

Los personajes secundarios son maravillosos, con personalidades muy bien definidas y auténticas, imprescindibles en la historia que se va tejiendo entre Ian y Elizabeth.

Los lectores que hayáis leído otros libros de esta autora, sabréis que Ángeles Ibirika tiene una forma muy especial de hacer llegar los sentimientos, hace que sean reales, que sus personajes cobren vida y que en todo momento pienses que lo que estás leyendo existe, está pasando. Su narrativa es dulce, como una caricia que te va recorriendo poco a poco, en un sola frase puede hacer que los vellos se te pongan de punta, el corazón acelerado o las lágrimas surgan en tus ojos sin poder evitarlo, en este libro consigue todo eso, es su forma de hacer entender la historia, darnos a conocer sus personajes y lo hace de una manera maravillosa.

En el tramo final he querido que se parara el mundo, que nada ni nadie me molestara, porque son capítulos fulminantes en los cuales me he ido enamorando más aún de esta preciosa historia y he contenido la respiración hasta la última página. Un final de película, inesperado, que no dejará indiferente a nadie. Poco más puedo decir, tan solo que leáis este maravilloso libro en el cual una vez más Ángeles se ha superado así misma y nos vuelve a cautivar con una historia que sucede "Donde siempre es Otoño.."

Os dejo una de tantas frases maravillosas que encontraréis en esta historia:
"No estoy dispuesto a desperdiciar ni un minuto más, pues, aunque viviéramos millones de años, no bastarán para demostrarte el amor tan desesperado y loco que siento y sentiré eternamente por ti..."