Ir a la entrada original
Donde siempre es otoño… qué
difícil es empezar a escribir, y no porque no tenga cosas para contar,
sino que es lo mismo de siempre, cuando un libro te llega al alma se te
atascan las palabras, ese torbellino de sentimientos es tan fuerte, tan
vívido, tan espectacular que seguro que lo que escriba no estará a la
altura de este pedazo de historia.
Si pudiera ponerles mi corazón
en papel sería increíble, porque así verían cada una de las sensaciones,
sentimientos y emociones que viví con Donde siempre es otoño.
Ángeles,
lo has hecho otra vez… si, otra vez has logrado meternos en lo
profundo de nuestro corazón esta magnífica historia, sus diálogos, su
amor, su pasión… Ian se me ha metido bajo la piel, al igual que
Elizabeth.
En Donde siempre es otoño verán una historia 100%
Ángeles Ibirika, si creyeron que con Antes y después de odiarte logró
meterse en sus corazones, con Donde siempre es otoño se les meterá en
el corazón y en el alma, y les quedará marcado a fuego; porque esta es
una gran historia de amor.
Y no sólo sentirán cada emoción, sino
que sentirán el frío, el otoño, la lluvia… por unos días me sentí que
vivía en esa gran ciudad.
Esa forma tan particular de escribir de
Ángeles, que para mi ya es su sello personal, está plasmada en este
libro, en cada palabra, cada párrafo, cada frase… sólo les digo que tuve
que parar muchas veces en la lectura porque las lágrimas no me dejaban
leer, así de intensa es la historia, así de profunda… por eso la
disfruté tanto y me quedará grabada para siempre…
Como en todos
los libros de Ángeles, él es el gran protagonista, Ian será el que nos
dejará con la boca abierta, el corazón encogido y nos hará vivir su
historia en primera persona.
Todos leímos las sinopsis de este
libro, sabemos más o menos de que va la historia, pero no les contaré
mucho más, este es un libro que hay que descubrir poco a poco, y me
darán la razón cuando lo lean, porque como dije es un libro para ir
descubriendo, saboreando y sintiendo a medida que se lee.
Cómo
podría resumir en pocas palabras la historia de Ian… diría que el
seductor ha sido seducido¸ el incrédulo en el amor terminó creyendo en
él, que la vida puede cambiar por completo en pocos segundos y poner
todo patas arriba…
A medida que avanzas se ve un cambio tan
grande en Ian que te encoge el corazón, veremos poco a poco como va
cayendo en las redes del amor sin darse cuenta, y como sufre ante este
nuevo sentimiento totalmente desconocido para él y que no sabe como
manejar, hay una frase que dice Ian que muestra cómo se siente él con
ese cambio:
“Siempre he sabido lo que
quería y lo he ido consiguiendo sin demasiado esfuerzo- musitó, sin
apartar los ojos de los suyos-. Mis pasos han sido firmes en un camino
que yo mismo trazaba, hacia un destino que yo mismo elegía.-Negó con
lentitud con la cabeza-. Y ahora no sé ni lo que va a ocurrir mañana.
Miro dentro de mí y no me reconozco”.
Otro momento que me hizo
sentir la desesperación de Ian, ese sentimiento tan fuerte que siente
que le asusta y le desespera, es una conversación que tiene con
Elizabeth:
“¿No sabes qué es lo que me
pasa?- preguntó incrédulo- ¡Qué me pasa dices!- gritó, con un
desgarrador sollozo- ¡Me pasa que no consigo arrancarte de aquí! –
confesó angustiado, mientras se golpeaba con brío la frente-. ¡Sólo
pienso en ti, en ti, en ti…! ¡Eres una maldita condena que llevo siempre
conmigo! ¡Una maldita condena que me ha destrozado por dentro!- declaró
a gritos cuando su furor lo acercó hasta rozarla-. Y es que ya no sé
qué hacer para sacarte de mí- susurró temblando-. ¡Me vuelvo loco
deseando verte, olerte, besarte! ¡En cada miserable minuto que respiro
me muero de ganas de besarte!”.
Si fuera por mí les pondría todo
el libro, porque les puedo asegurar que no tiene desperdicio ni una
sílaba, ni una coma, así de intensa es toda la historia, pero les
aseguro que disfrutarán tanto con la lectura que cuando terminen el
libro no la olvidarán jamás.
Habrá momentos en los que no
entenderán a Elizabeth, sólo les digo que no las juzguen, lean cada
palabra, cada pensamiento y cada emoción de ella… y terminarán
entendiéndola.
Los personajes secundarios se merecen una mención
aparte, no voy a decir quiénes son ni qué papel juegan, como ya dije,
esta historia es mejor descubrirla poco a poco, sólo digo que sufrí, amé
y lloré con ellos.
Es una historia tan intensa, con tanto amor, y
que logra meterse tanto en tu corazón que a pesar de que pasen los
días, las semanas; no la olvidaré nunca.
Sé que no puedo
resumirles en pocos palabras este libro, y de seguro que me dejo miles
de cosa sin escribir, sólo les aseguro que sentirán el amor, el dolor,
la desesperación de Ian como si lo tuvieran al lado, es tan grande el
amor de Ian y Elizabeth que sólo se puede entender leyendo esta
historia, y vivirla en cada palabra.
Un libro precioso, intenso,
inolvidable… les dejo en un reglón un pensamiento de Ian que resume a la
perfección la intensidad de esta historia, y a lo que una persona es
capaz de hacer por amor:
“Moriría para complacerla una última vez”
Sólo me queda decir… ¡Gracias Ángeles!