¿Alguna vez has sentido que se te desgarra el alma leyendo una historia de amor…? ¿Si…? tal vez, no…?
Yo sin duda alguna después de leer “Donde Siempre es Otoño” de Ángeles Ibirika, Si…
No me va a resultar
fácil describir con palabras todas las emociones y sentimientos que he
sentido, además, no se me da bien expresarme escribiendo; Pero lo voy a
intentar...
“Donde Siempre es
Otoño” ha sido la primera novela que leo de esta autora, y no será la
última. Ángeles a logrado atraparme en una espiral de emociones y
misterio que no pensé que ninguna historia ni autora fuesen capaz de
conseguir, soy una persona muy sentimental y me emociono con facilidad
con las historias que leo habitualmente… pero ella, Ángeles, ha
conseguido mucho más que emocionarme…me ha desnudado…me he quedado sin
protección, ha conseguido que, conforme avanzaba la lectura, su historia
se fuera filtrando por los poros de mi piel haciendo de mi cuerpo y mi
alma su casa…un lugar donde habitar no solo durante su lectura, sino,
para siempre…
La fuerza de un amor
imposible con los daños colaterales de una historia, donde todos quedan
de alguna manera desprotegidos por un amor no correspondido, es sin
lugar a dudas una historia con mucho dolor…de aquel dolor que te tiene
con el corazón en un puño y conteniendo la respiración, de aquel dolor
que se manifiesta en tu garganta por la contención de las lagrimas aun
no derramadas…
La estampa que
describe la autora en la historia es pura melancolía, es tan romántica y
cálida, que te hace soñar…yo me imaginaba paseando por la orilla del
lago cerrando los ojos y respirando esos atardeceres, igual que hacían
ellos…*suspiro*
Ángeles, que me has
hecho?? Que historia tan bonita que me has regalado, que escritura tan
rica, que personajes tan bien definidos y qué manera de trasmitir tantas
emociones con palabras!!!! Has conseguido que me enamore de tu historia
y de tus personajes… Ian… Dios… Ian… la magia que le has dado a él, lo
hace único por encima de todos. Cuando el ama, yo amo… cuando el sufre,
yo siento su dolor…
Elizabeth…ella es la
fuerza, la que se aferra a la vida, la que quiere amar y ser amada, la
que vive sin querer dejar nada sin sentir, sin saborear… ellos dos y su
amor son como una melodía, como una canción, ¡sí! de esas que te erizan
la piel y la pones una y otra vez hasta que la has memorizado. Ellos dan
letra a una canción…solo que ellos, ya tienen su titulo…”Donde Siempre
es Otoño”.
Ángeles, hace poco
leí que decías que lo que deseas cuando escribes, es que tus lectoras
recuerden tus historias… no solo has conseguido que no olvide tu
historia, sino que siempre la llevare guardada en mi corazón…Gracias!!
No creo necesario
añadir nada más, se que quien ya la ha leído me entenderá y quien no lo
haya hecho no tardara en ir a comprarlo, no por lo que yo diga, sino,
porque la historia que nos cuenta Ángeles en su novela, vale con creces
leerla y sentirla...